miércoles, 19 de enero de 2011

Comprando la paz en Salt

Jóvenes embozados, ayer en Salt

Ante las reacciones de las autoridades y de los partidos mayoritarios frente a los graves sucesos ocurridos en Salt, lo primero que a un servidor se le ocurre pensar es que se puede ser más tonto, no diré yo que no, pero reconozcámoslo, es difícil.

Lo ocurrido en Salt es algo tan sencillo como previsible, el número de inmigrantes se aproxima peligrosamente al 50%, cifra que en poco tiempo será rebasada, pues el flujo de inmigrantes no ha cesado y su tasa de natalidad es muy superior a la de los españoles autóctonos. Así pues, si nadie lo impide y me temo que nadie lo hará, Salt será una de las primeras ciudades musulmanas en esto que un día fue España. Ellos lo saben y la impaciencia y la seguridad de estar en una tierra que terminará por pertenecerles les está envalentonando día a día.

En fin nada nuevo bajo el sol, ya vimos como los albaneses se quedaban con los territorios serbios de Kosovo siguiendo la misma estrategia y luego los limpiaron de los pocos serbios que quedaban. Son innumerables los casos en los que esto mismo ha ocurrido a lo largo de la historia no en vano ya advertía de esto Aristóteles trescientos años antes de Cristo cuando decía:

"La diversidad de origen puede producir también revoluciones hasta tanto que la mezcla de las razas sea completa; porque el Estado no puede formarse con cualquier gente, como no puede formarse en una circunstancia cualquiera. Las más veces estos cambios políticos han sido consecuencia de haber dado el derecho de ciudadanía a los extranjeros domiciliados desde mucho tiempo atrás o a los recién llegados”

Y para demostrarlo el ilustre filósofo pone una serie de ejemplos:

“En Bizancio, los colonos recién llegados se conjuraron secretamente para oprimir a los ciudadanos, pero fueron descubiertos y batidos y se les obligó a retirarse

Los antiseos, después de haber recibido en su seno a los desterrados de Quíos, tuvieron que libertarse de ellos dándoles una batalla

Los zancleos fueron expulsados de su propia ciudad por los samios, que ellos habían acogido

En Amfípolis, la hospitalidad dada a los colonos de Calcis fue fatal para la mayoría de los ciudadanos, que fueron expulsados de su territorio”.

...

La Política, (Aristóteles) Libro octavo

En fin, como empecé diciendo, lo que ocurre en Salt no es nuevo, cuando algunos pronosticamos un negro futuro fruto de la alocada política de inmigración no es porque tengamos una bola de cristal, sino porque hemos prestado oídos a los libros de historia y no a las alucinaciones irresponsables del PPSOE.

¿Cree alguien que estos graves incidentes han servido al menos para abrir los ojos a los seguidores fanáticos y endofóbicos de la multiculturalidad? No, para lo único que ha servido es para que redoblen esfuerzos en la misma dirección en la que ya venían haciéndolo, es decir en nuestra destrucción a manos de violentas hordas extranjeras.

Si no me creen lean el siguiente titular:

Los partidos de Salt se suman a la marcha por la convivencia

Todas las fuerzas políticas del Consistorio de Salt (Gerona), capitaneado por la socialista Yolanda Pineda, han decidido que se suman a la manifestación que el sábado recorrerá las calles del centro bajo el lema Queremos vivir en Salt en paz y bien.

En fin, todo paz y amor. Pero no crean, incluso las autoridades españolas no son tan tontas como para pensar que una mera marcha en plan "happy flower" era suficiente para calmar la situación, por lo que se han tomado más medidas y éstas sí contundentes. Lean, lean:

La Generalitat estudia un plan para jóvenes con riesgo de exclusión en Salt

El consejero de Bienestar Social y Familia, Josep Lluís Cleries, ha contado esta mañana que están estudiando un plan específico para Salt que ayude a mejorar los problemas de convivencia en el municipio. "Hará falta un plan de actuación urgente [...] Cuando hayan pasado estos días de tensión nos reuniremos y veremos unas actuaciones concretas a la medida de Salt"

Conclusión, más pasta. Hay que dar más dinero a la inmigración, esta vez a los mas jóvenes, para premiarles por sus actos vandálicos, a ver si así, aunque sea pagando, conseguimos llegar sin un clima prebélico a las elecciones municipales, que al fin y al cabo es lo único que importa. ¡Y todo esto un país donde muchos compatriotas pasan las de Caín para alimentar a su familia!

Cualquier cosa con tal de que estos energúmenos, que lo que se merecen es la expulsión masiva e inmediata, no le estropeen la fiesta electoral a los partidos mayoritarios y así puedan terminar de destruir lo que queda de España.

¡¡Como si no les pagáramos ya suficiente dinero a los inmigrantes!!



En fin, se puede ser más tonto pero créanme, no es nada fácil... y no, esta vez no lo digo por los políticos, sino por los votantes de los partidos mayoritarios que nos han arrastrado a esta situación con su forma absolutamente irresponsable de ejercer el voto una y otra vez y sin reaccionar ante ningún tipo de estímulo y escandalizándose después como auténticos fariseos ante la acción de sus cargos electos y ante las consecuencias de las políticas ejercidas por ellos ¡como si no supieran lo que iba a pasar! Será que de Aristóteles a aquí a algunos no le ha dado tiempo de enterarse de cómo son las cosas y necesitan más tiempo.

¿O será que lo que les falta un hervor?

4 comentarios:

  1. Los nacionalistas tenemos que movilizarnos y actuar. Lo de Salt es inadmisible.

    Hasta pronto.

    ResponderEliminar
  2. Parece que el chaval ha muerto hoy. Ya veremos cómo amanece mañana Salt. De momento parece una ciudad tomada por la policia.

    http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=660995

    ResponderEliminar
  3. Ya podría eta haber hecho un favor al resto de españa y haber puesto sus petardos en mezquitas y demás nidos de cucarachas en vez de hacer el gilipollas con su puta utopía...

    ResponderEliminar
  4. Cada día soy más consciente de todo lo que está pasando. Antes defendía o intentaba justificar cuando los Españoles fueron a Alemania. Pero no tiene nada que ver. Me he dado cuenta que no es lo mismo. Allí fuimos a trabajar. No nos regalaron nada. Nos integramos y nos ganamos su respeto y favores. Aquí es todo lo contrario. Ahora me cago en la puta ley de inmigración. Yo haría como en otros países todos a la calle.

    ResponderEliminar